Oportunidad de ser madre

       La maternidad es una de las oportunidades más valiosas que la vida nos brinda como parte fundamental en nuestro desarrollo como mujeres.

       Es esa transformación del día a día cuyo reflejo lo podemos vislumbrar a través de nuestros hijos.
       El que marca la pauta para saltar a un periodo de lucidez, de consciencia en emociones, pensamientos y una buena dosis de recuerdos que causan una revolución.
       Los que muchas veces nos lastiman pero que son dignos para usar como trampolín y decodificarlos durante el proceso de iluminación. Lo que hará posible esa metamorfosis existencial, identificando y reconociendo lo que realmente somos y podemos lograr.

       Más allá de descubrir nuevas destrezas como comer con una mano, hacer mil cosas a la vez, tener resistencia hasta cuando no creías que la tuvieras, luchar con nuestros fantasmas, vivencias y emociones poco atendidas. Crear fuerzas de nuestro interior para poder estar enteras para brindar alegrías, contención, ánimos, motivación, guía, acompañamiento, modificar nuestro lenguaje, romper patrones e ir reestructurando poco a poco hábitos saludables (físicos, emocionales y de pensamiento). Eso es lo que se traduce en amor y más amor.

       Momento idóneo para descubrir nuestra esencia, periodo de sanación, entendimiento y activación de nuestro propósito existencial.

        Porque tener un hijo es lo más maravilloso que me haya sucedido. Esas miradas, abrazos, caricias, sonrisas, besos, confidencias, juegos, cantos, bailes, carreras, creatividad, espontaneidad y de sorpresa un: mamá, te quiero. Te amo mamá.

       Quien no haya vivido algún cambio, quien no haya asimilado y visualizado su periodo de iluminación es que aún no es madre.

       ¡La maternidad la llevaremos por siempre! 

¡Felicidades mamá!

Te dejo este regalito para que descargues y si gustas, lo puedas obsequiar.

Deseo que pases un hermoso día de la madre.

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Dedicado a ti mamá. Gracias por atreverte a embarcarte en esta aventura de grandes cambios.
Gracias a ti, por intentar ser mejor y por luchar aún con tus carencias y estar llena de mucho amor. Gracias a esa revolución que tuviste yo ya no soy la misma y sobre todo ahora que soy madre.
Que tu guía fue en su mayoría con tacto y mucho amor, aunque algunas veces te equivocaste (como muchas nos equivocamos) y me lastimó, eso es lo que ahora representa el peldaño que me permite ir creciendo junto con las virtudes que me enseñaste.
¡Te amo mamá!

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