Las hamacas y la crianza
" Las hamacas son elementos estándares en casi todas las casas de los Estados de la península de Yucatán y de todo el Caribe. No fueron parte de la civilización clásica de la era maya; se decía que llegaron al Yucatán desde el Caribe menos de dos siglos antes de la llegada de los españoles".
El uso de la hamaca en nuestro clima cálido es uno de los elementos indispensables y más cuando se tienen hijos.
Tradicionalmente usada para realizar la siesta tras la merienda y sobrellevar el calor de incluso algunas noches de primavera y verano.
Cuando se trata de la crianza, la hamaca pasa a ser de vital importancia ya que la utilizamos para realizar varias actividades que pueden fomentar el vínculo de apego con nuestros hijos como descansar juntos y relajarnos, amamantar, leerles, jugar, mecerse (estimula la propiocepción), escuchar música, apapachar e incluso para mantener cierta posición para facilitar la respiración en días de catarro cuando las vías respiratorias están algo taponeadas.
Conforme pasa el tiempo llega a ser una especie de manta de amor que nos envuelve con frescura y muy fácil de trasladar donde haya ganchos para colgarla, así sea en otra área de la misma casa o en otra ciudad. Si se relaciona con eventos placentero, es un lugar que dará seguridad y estabilidad sobre todo cuando se cambia de hogar.
Es una tradición familiar que encapsula momentos placenteros que perdurarán a través de las generaciones.
Es importante que al colgarla, se tenga un espacio adecuado para poder hamaquearse (mecerse) y se tengan las debidas precauciones cuando se quedan los peques en ellas. Por ejemplo: evitar objetos que se traben entre las cuerdas (aretes, pulseras, etc.), que el entramado sea estrecho para los bebés para evitar se atoren sus deditos, que los extremos de las orillas estén levantadas para evitar que se caiga el bebé mediante un par de ganchos llamados nudo práctico (evitan que se anuden los extremos). Vigilancia constante.
Bibliografía:
https://es.wikipedia.org/wiki/Hamaca
http://hamacas.org/informacion-2/
https://es.wikipedia.org/wiki/Propiocepci%C3%B3n
Cuando se trata de la crianza, la hamaca pasa a ser de vital importancia ya que la utilizamos para realizar varias actividades que pueden fomentar el vínculo de apego con nuestros hijos como descansar juntos y relajarnos, amamantar, leerles, jugar, mecerse (estimula la propiocepción), escuchar música, apapachar e incluso para mantener cierta posición para facilitar la respiración en días de catarro cuando las vías respiratorias están algo taponeadas.
Conforme pasa el tiempo llega a ser una especie de manta de amor que nos envuelve con frescura y muy fácil de trasladar donde haya ganchos para colgarla, así sea en otra área de la misma casa o en otra ciudad. Si se relaciona con eventos placentero, es un lugar que dará seguridad y estabilidad sobre todo cuando se cambia de hogar.
Es una tradición familiar que encapsula momentos placenteros que perdurarán a través de las generaciones.
¿Qué experiencias te ha traído la hamaca en la crianza con tus hijos?
Medidas de seguridad:
Es importante que al colgarla, se tenga un espacio adecuado para poder hamaquearse (mecerse) y se tengan las debidas precauciones cuando se quedan los peques en ellas. Por ejemplo: evitar objetos que se traben entre las cuerdas (aretes, pulseras, etc.), que el entramado sea estrecho para los bebés para evitar se atoren sus deditos, que los extremos de las orillas estén levantadas para evitar que se caiga el bebé mediante un par de ganchos llamados nudo práctico (evitan que se anuden los extremos). Vigilancia constante.
Quieres saber cómo usar y disfrutar más de tu hamaca da clic aquí.
Bibliografía:
https://es.wikipedia.org/wiki/Hamaca
http://hamacas.org/informacion-2/
https://es.wikipedia.org/wiki/Propiocepci%C3%B3n
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